DISMORFIA VISCEROFACIAL: LABIO Y PALADAR HENDIDOS
Resumen
Introducción: la comprensión de los trastornos del desarrollo y crecimiento (dismorfias) que afectan a la boca se logra a través del conocimiento de la embriología e histología de las estructuras que la constituyen. Objetivo: en la presente comunicación actualizamos conceptos del labio leporino y paladar hendido desde una perspectivas embriológica. Desarrollo: las cavidad nasal y bucal se desarrollan a partir de la cuarta semana y en su morfogénesis participa el ectodermo del estomodeo, el endodermo de la faringe primitiva y el ectomesénquima de la región. Los tejidos de la cara se desarrollan desde ambos lados de la línea media. El labio se forma durante la quinta y sexta semana. Por su parte, el paladar se desarrolla entre la quinta y la décimo segunda semana a partir del segmento intermaxilar y de los procesos palatinos laterales. Un defecto de campo monotópico incluye anomalías contiguas por ejemplo: labio y paladar hendidos. En muchos casos se combinan ambos defectos, labio y paladar (LPH), pudiendo ser también unilaterales o bilaterales. Su embriogénesis dependerá de la combinación de los defectos y son fallos del desarrollo del segmento intermaxilar, de los procesos palatinos laterales y del proceso maxilar. El LPH primario puede ser completo e incompleto. El labio y paladar hendidos se asocian con mucha frecuencia a síndromes cromosómicos, como la trisomía 13 y 18, y al efecto de agentes teratogénicos como los anticonvulsivantes, retinoides, vitamina A, tabaco, alcohol y corticoides, entre otros. También otros factores como deficiencias de vitaminas B y ácido fólico, madres obesas y padres añosos. Conclusiones: El desarrollo de la cara y paladar de los mamíferos es un evento complejo que se altera frecuentemente. En la especie humana dan como resultado dismorfias como son el labio y paladar hendidos (LPH.) Estas dismorfias son relativamente frecuentes en la especie humana. Las incidencias encontradas en distintas partes del mundo, indican en general, un importante componente racial de susceptibilidad, independiente de la región geográfica de residencia.